Solemos pensar que las niñas están más dispuestas a las sesiones fotográficas y que los niños son más vergonzosos. Pero cuando te dedicas a la fotografía te das cuenta que son mitos y que la actitud de cada niño ante la cámara depende de él mismo, de su personalidad. Las fotos de comuniones son un gran ejemplo, pues tenemos tanto niños como niñas.
Con Francisco todo fue muy fácil. Su mirada es limpia y transparente, con mucha expresividad y él fue muy colaborador. Tuvimos sesiones de estudio, de exterior compartiendo con él su gran afición, el fútbol, y disfrutando con toda su familia. Son fotos de comuniones que se realizan en familia y se recuerdan toda la vida. Además, la familia de Francisco son como parte de nuestra familia pues desde hace años nos han hecho partícipes de sus momentos más especiales. Gracias, de corazón, por la confianza que depositáis en nosotros.
Cada vez son más las familias que se animan a participar juntas en las sesiones fotográficas con motivo de la comunión de sus hijos y el resultado es fantástico porque se consiguen imágenes naturales y espontáneas que se quedan grabadas en la memoria de todos ellos y que disfrutan con el paso de los años. Para la gran mayoría estas fotos familiares son un valioso recuerdo que ocupa un lugar de honor en sus casas. Y nosotros, felices de compartirlo con ellos.
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